sábado, 1 de marzo de 2014

De nada.


Llegó Marzo, a veces siento que escribo solo para reafirmarme que sigo existiendo.
Me gusta esta época porque de alguna manera no estoy obligada o más bien dicho "sentenciada" a mis pensamientos, hay más actividad y motivos para salir de la cama.
Ya no recuerdo cuanto tiempo llevo enferma, pero si pudiera explicárselos lo resumiría como lo peor que me ha pasado, para muchas personas no es la gran cosa y es que de seguro esas personas tienen energía en sus  vidas, motivos, misterios, tantas cosas por concretar que para mi son banales, tontas, necias y hasta innecesarias, que en realidad me alegro bastante de que la gente pueda vivir bien, yo misma vivía bien y era feliz cuando poseía todas mis facultades de salud, o al menos eso creía.

Han pasado tantas meses sin una nueva obsesión, ni una persona que me vuele la cabeza, que es como si me mutilaran, para muchos ha de sonar injusto lo que estoy escribiendo, para todas esas personas que me quieren, pero soy más sincera que feliz.

Veo la hora, otra pastilla, veo el día, ¿es de noche? ¿es de día? ¿qué más me importa? deseo soñar, tomo una siesta, la siesta se extiende por un día completo, a veces sueño con mi mundo interno, oscuro, profundo, monstruoso, me asusto, despierto y llegada la noche solo puedo pensar y desencadenar mis pensamientos, la mayoría son extensiones deplorables de mi, la basura más profunda de mi frustración y no me acomoda ni me ayudan en lo absoluto.

Intentar hablar estas cosas con familia, con amigos es imposible, cada uno de ellos tiene su propio mundo, así como yo tengo el mío, que me atrapa y me sumerge, como si no debiese existir ya, como si hubiese sobrepasado el cupo de mi existencia y me pregunto  cuanto de falso tiene eso, quizás ya es hora, me digo. 

Ya no hay más luces, ni motivos para reír, ya cada día siento más y más lejos todo lo que amé, todo lo que soñé y debo obligarme, fingir que tengo objetivos importantes, pero no los tengo, ningún objetivo más que hacer felices a los que me rodean y seguir existiendo, siendo útil en este cuerpo todavía "joven" que ya no es más joven para mi.

Las cosas me importan tan poco, he llegado a pensar que estoy entrando nuevamente en un cuadro depresivo, pero más que un cuadro ¿una nueva etapa? y es que siempre me he sentido así, 
cumplir los objetivos sociales se me hace fácil, aparentar ante la sociedad tan fácil, vivir con mis demonios es cosa seria y hay pocos que se toman todo esto como parte de mi personalidad, muchos sienten que exagero o que me estoy matando, pero yo nunca elegí ser así, mentiría si fuese de otra manera.

Como sea, es solo parte de una bitácora, yo de verdad amo haber existido y estar aquí, pero estoy cansada y hace mucho tiempo.

Desearía que todo fuera de otra manera,  pero la gente no entiende que eso no lo decido yo, simplemente abrí los ojos ante un mundo que se me hizo demasiado gigante. 

En fin, al menos escribí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario